Giovanna Pollarolo es aficionada al séptimo arte. Estudió, además de las especialidades mencionadas, Cinematografía en la Escuela de Cine San Antonio de los Baños (Cuba). Esta afición la compartió especialmente con el recientemente fallecido poeta laredino José Watanabe, uno de sus mejores amigos. Co-escribieron guiones y documentales para la televisión.
jueves, 12 de junio de 2008
Giovanna Pollarolo es aficionada al séptimo arte. Estudió, además de las especialidades mencionadas, Cinematografía en la Escuela de Cine San Antonio de los Baños (Cuba). Esta afición la compartió especialmente con el recientemente fallecido poeta laredino José Watanabe, uno de sus mejores amigos. Co-escribieron guiones y documentales para la televisión.

Le cuenta que pintó el cuarto:
se ha transformado, dice sonriente,
antes, con el verde cancha de tenis de Vencedor
lucía asfixiante, opresivo, oscuro.
Ahora, ahora,
si lo vieras verías cómo irradia luz
cómo parece amplio, alegre. Serena el alma.
Invita al amor, iba a decirle.
Pero no se atrevió
Y ella pensó que él entendió algo así como:
Antes me oprimías. Ahora que te has ido
lo veo todo más claro.
De Ceremonia del adiós
Análisis del texto:
El poema está constituído por cuatro referentes (sustantivos), cada uno seguido por su propia cadena anafórica (pronombres deícticos, elipsis). El primer referente es exofórico, es decir, no está presente en el continnum del poema. Es alguien sobre quien la poeta habla, una persona masculina que entabla diálogo con un sujeto femenino, que en este caso es un 'yo' omnisciente o 'alter ego' de la poeta: ella contemplándose en una escena de la memoria, un 'ensueño' podría decirse para entender el fondo semántico del texto.
El sujeto femenino, expresado en el pronombre sustantivo ‘ella’ –como segundo referente– aparece recién al final del poema, en el antepenúltimo verso ‘… Y ella pensó que él entendió algo así como…’ El tercer referente es sustantivo 'el cuarto' o el recinto donde acontece la escena, mencionado al final del primer verso. Nótese la ubicación sintáctica con relación al deíctico referencial 'Le' del inicio. La posición de los elementos puede sugerir la idea de polaridad, puesto que los protagonistas podrían ser antagónicos. Y el último y cuarto referente se expresa en la palabra ‘todo’, en el siguiente sintagma ‘… Antes me oprimías. Ahora que te has ido/lo veo todo más claro.’ que nos remite al contexto, a la escena, en el espacio físico.
2. Tema principal
El poema nos pinta una escena donde una pareja interactúa. La acción acontece en una habitación. La poeta nos relata delirante una escena que rememora, como un sueño persistente. Ella, posiblemente, es la protagonista.
3. Tema secundario
El personaje que nadie advierte es el recinto donde acontece la acción, que está compuesto por todos los recuerdos o vivencias que acontecieron en esa habitación, en un tiempo pretérito. La poeta, sutilmente, se refiere a todo es cúmulo que se sintetiza en el brevísimo diálogo del poema.
4. Mensaje
La poeta nos devela el drama antiquísimo del hombre y la mujer, como pareja. Muchas veces, ya no es solamente el amor lo que une, sino algo que va más allá. Ese algo, al parecer, evita que la relación hombre-mujer se concretice definitivamente y reconcilie sus diferencias en beneficio del matrimonio. Esas diferencias se vienen arrastrando quizá desde el origen de la humanidad, pues hace que el amor decline, o en todo caso, que la unión definitiva o la felicidad de la mujer junto al hombre parezca una utopía inalcanzable.
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te despiertas a medianoche
enciendes la luz y la luz no se enciende
caminas a oscuras, adivinando.
O te quedas pensando
tratando de olvidar que tienes sed.
O frío
tanto, tanto frío
sabes que necesitas una frazada pero no te levantas
prefieres no levantarte
esperas que venga el sueño. Esperas, esperas.
El sueño tarda pero termina por llegar.
Y al día siguiente
sin saber por qué
aprietas el interruptor
y el foco se enciende
recuerdas el frío y ves una frazada, estaba a la mano
ahí, a un paso.
Puede ser que te preguntes
¿qué me habrá pasado?
o no te preguntes nada porque ya es de día;
dices: ya pasó la noche y no quiero pensar
pudo haber sido un sueño.
Y te lo echas a la espalda, como todos los sueños.
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Dijimos que la poeta habla sobre los sueños compartiéndonos sus visiones e ideas personales, las que hace trascender gracias al efecto de la poesía. Pero en el fondo, detrás de la idea en relieve (los sueños) están las sensaciones y sentimientos de la autora. No lo expresa de manera tangible, pero en el curso del texto afloran (soledad, aflicción, desasociego, temor...).
4. Mensaje
En el poema está latente la idea de la soledad. Giovanna aborda el tema de manera tal que podemos vernos reflejados en sus palabras. Es decir, vemos que la soledad, algo muy humano, puede ser cotidiano, tanto como la felicidad o la mentira. Sutilmente podemos ver que esos sentimientos tan humanos, patrimonio de todos, también puede tenerlos la poeta.

Yo jadeo por ti
Muero por tu mano en la mía
sueño con tu abrazo
mi ilusión es que un día me digas
ven, quiero besarte
te adoro, eres hermosa.
Yo podría si me dejaras
decirte mil veces
te quiero, quiero estar contigo
mañana, tarde y noche
a pesar de estos mil años
horas de horas viendo televisión
amor intenso
o tibio, a lo largo o breve.
Pero callo
sé que me despreciarías
como a una perra pegajosa o babeante
que no deja de mover la cola
la lengua afuera
cuando llegas;
que se orina en las alfombras
cuando presiente una caricia.
De Ceremonia del adiós